Nosotros

Históricamente, la ciudad de Santo Domingo contaba con amplios espacios verdes que hoy en día son barrios, ensanches y centros comerciales.  Para la década de 1950 Vivian en las principales ciudades unas 2,135,872 personas, actualmente en el 2017 las principales ciudades concentran unas 3,784,000 personas.

Este crecimiento de las ciudades ha provocado un  aumento significativo de la deforestación urbana, pues los espacios verdes, los arboles han tenido que desaparecer para dar paso al cemento, en forma de carreteras, estructuras, hospitales, plazas comerciales, viviendas, con el consecuente impacto económico que ha tenido este desbalance en el ecosistema del suelo y en especial para la diversidad biológica urbana que han  convivido en las ciudades desde hace cientos de años.

La pérdida de cobertura forestal, en especial de árboles frutales ha significado para muchas especies de aves, insectos, mamíferos, artrópodos, invertebrados, reptiles crustáceos, entre otros un impacto en las poblaciones, pues han visto disminuir sus espacios de alimentación y hábitats naturales, con la consecuente pérdida de especies que son importantes para mantener el equilibrio ecológico de la isla, y que repercuten en la salud humana, además de que sirven como parte de alimento en la cadena trófica.

Un ejemplo de la importancia de las especies, lo ejemplifica el murciélago, los cuales se alimentan de frutas e insectos, con lo cual se convierten en polinizadores eficaces, y sembradores natos al esparcir durante su vuelo las semillas de los frutos de los cuales se alimentan, lo que permite que los arboles alcancen nuestros hábitats, permitiendo con ello la supervivencia de las especies en el tiempo.

Por su parte, especies como los lagartos, serpientes, aves voladoras son indispensables para mantener a raya los insectos, roedores e invertebrados, que pueden convertirse en plagas para las ciudades o esparcir enfermedades sino se cuenta con controladores biológicos naturales como son las poblaciones que viven en las ciudades. Por lo que una población sana y equilibrada de especies repercute positivamente en la salud de las ciudades, en su calidad de vida y en el uso eficiente de presupuestos aplicados a las áreas de prevención de enfermedades, ornato, sanidad e higiene.

Preocupados por la altísima tasa de cobertura forestal de las ciudades, de la disminución de nuestras áreas verdes, pero sobre todo de la escasez de plantas frutales que sirven de hábitat y alimento para la biodiversidad hemos preparado este Proyecto para ayudar a recuperar la cobertura frutal de las ciudades y promover la educación ambiental en torno al mantenimiento de parches de biodiversidad en la ciudad de Santo Domingo.